UN DÍA A LA VEZ

Esta mañana mientras oraba le preguntaba al señor: ¿Cuánto tiempo duraría esto?, ¿cuánto tiempo tendríamos que estar sin reunirnos como iglesia y de la forma en que estamos acostumbrados?, entonces El Señor me llevó al pasaje siguiente: 
Mateo 6:34 Así que, no se afanen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal. Yo lo recibí como una respuesta de parte de Dios; entendí que, el tener una fecha determinada o desconocer cuando llegará a su fin alguna situación que nos aqueja, pueden causar el mismo efecto nocivo en el ser humano, pues ambas provocan en nosotros ansiedad; en algunos casos histeria, depresión, y una serie de emociones y sentimientos que vienen de la mano. 

El aprender a depender de Dios, viviendo un día a la vez y sin preocuparnos del "cuándo terminará", nos permitirá tener un panorama más claro y porqué no; tener paz en medio de la tempestad, actuando con cautela, tomando hoy las medidas adecuadas y poner en consideración las indicaciones que nuestras autoridades han emitido para poder prevenir. Sé, por experiencia, que es difícil y más cuando estamos acostumbrados a un estilo de vida y este estilo se ve afectado en este momento por una pandemia, que según las autoridades, está causando que todo se paralice. 
Medite en lo siguiente: 

A) No te afanes. El afán produce estrés, éste a su vez se asocia con la depresión la cual nubla el juicio e impide razonar adecuadamente, dejando inclusive de tomar precausiones nesesarias y haciendo caso omiso de las indicaciones o reglas que pueden hacer la diferencia en la vida propia y la de los seres queridos. Jesús nunca dijo que no te prepararas, la biblia nos da un claro ejemplo de previsión cuando describe a una hormiga que con cuidado prepara su comida para el momento que se necesite; lo que Jesús no quiere es que nos afanemos ya que ello nubla nuestra capacidad para elejir correctamente. 

B) Mañana traerá su propio afán. Es importande entender que parte de lo que hoy vivimos habrá de tener un impacto en el mañana. Hoy tenemos ciertas oportunidades que de no tomarlas en el momento idóneo, nos habrán de provocar un fuerte dolor de cabeza. En esta crisis la oportunidad de convivir en familia, el aprender a valorar lo lindo que es la libertad, pues para muchos el estar en cuarentena es similar a estar preso. Hay cosas por las que debemos de preocuparnos hoy, tales como: El acatar las indicaciones de salud, aunque dudemos de las estrategias o la veracidad de la información que recibimos y cuidar la salud de nuestras familias. 
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C) Baste a cada día. Aprendamos a vivir día a día; hoy es el COVID-19, mañana probablemente algo más difícil vendrá, y sin duda también lo superarás. No pienses en cómo le iremos hacer si no trabajamos, o qué pasará si se decreta toque de queda, reflexiona en esto: Si nada de esto estuviera pasando, aún así no hay garantía que estuvieras vivo, pero lo estás y eso es aún más valioso. 
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Conclusión: No te afanes ni te desesperes, piensa con cordura por el bien de los tuyos, para que cuando todo esto pase solo hables de las pérdidas materiales y no de pérdidas humanas de algún familiar o amigo. 

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